Claro que hemos tenido a nuestras incondicionales con sus historias y sus anécdotas pero las pedimos algo de tiempo. Y ahora estamos de nuevo operativos. El blog no tiene muchos seguidores visibles pero las estadísticas internas dicen lo contrario. No solo nos leen en España, tenemos muchísimos seguidores en Sudamérica, Estados Unidos y lo curioso es que en Rusia y Canadá. Desde aquí mil gracias.
El otro día estuve comiendo con una amiga a la que quiero mucho. Hicimos por encontrar un hueco en nuestras agendas diarias y quedamos.
Y menos mal que por teléfono no me adelantó nada y cuando ya estaba sentada me contó que se había separado.
Vosotras pensareis que es algo normal hoy en día, y yo también lo pienso. Pero no, en ellos no es normal. Eran de las parejas que después de 17 años de matrimonio, hijos, casa y perro nunca jamás piensas que ellos entrarían en eso. Yo toqué la silla y me aseguré de que estaba sentada, porque por un momento floté. Para entendernos el era de los que besaba por dónde pisaba ella. Y menos mal que besaba.....
Ella lloraba sin consuelo y lloraba mientras me contaba que el ya no quería seguir. Que había pensado que a sus 42 años le quedaba mucho por hacer y que quería recuperar su juventud y vivir todo lo que no había vivido.
Vamos para entendernos tenía la famosa crisis de los 40 masculina.
En aquel momento la miré y lo que vi fue una mujer derrotada, abatida y hundida y lo peor de todo maltratada porque sin más rodeos el la dijo que la culpa de sus desdichas era ella. Que estaba anulado como hombre después de pasar tantos años al lado de una mujer decidida, emprendedora y segura.
Yo solo arqueaba las cejas y ponía la cara de sorpresa como esos emoticonos que hay en los teléfonos.
Y yo me preguntó ¿cuando es el momento de que una mujer madre trabajadora le de por la crisis de los 40?. Porque aunque haya una minoría que abandoné todo, la mayoría arrastra con su prole y no tiene tiempo de crisis, ni bobadas.
Si un días te levantas por la mañana y descubres una arruga nueva y que tus pechos se han caído no sales del baño y le planteas a tu pareja que te vas porque te estás haciendo vieja. Apechugas con ello. Te haces un nuevo corte de pelo o unas pocas mechas, renuevas un poco el vestuario y te apuntas a clase de baile, pero no le dejas.
Ella siguió contándome que había algo más. Había una tercera persona.
- ¿Pero por qué?
Pues amiga mía porque es más joven, más loca y le dice todo lo bonito que el quiere oír cada día al oído. Tu relación con el ya era una planta con raíces solidas, que se cuidaba sola sin necesidad de regarla a diario. Ella es el tallo fresco y joven del jardín. La novedad, aquello que el puede moldear a su gusto.
Pero no nos olvidemos que de sobrevivir llegará hacerse una planta solida como la que fuisteis vosotros porque el tiempo pasa pero la pasión también.
En los tiempos que vivimos el matrimonio o las relaciones se han convertido en un largo sueño.
Un día te despiertas y ves que has llegado a un punto que no te satisface lo vivido, (esto en el caso de el) y otra puedes despertar cuando te empujan de la cama y caes (esto en el caso de ella), y claro el ostión es tremendo.
Supongo que necesitas tiempo para acostumbrarte a tu nueva vida y para dejar de pensar en la temida soledad. Para hacerte a la idea de que no te dejaron porque no valieses nada, sino porque es más fácil comprar plantas con flor echada que esperar a que las que ya tenemos le salgan.
Tiempo para ver que tus 40 años son un regalo porque estás fabulosa y divina.
Y tiempo para darte cuenta de que te dejaron por miedo de que nunca llegarían a ser tanto como tu.
Y sobre todo necesitas el preciado tiempo para descubrir que las cosas pasan por algo y que lo mejor está por llegar.
Además el síndrome de Peter Pan lo tienen los hombres que no quieren crecer, pero recuerda que tu no eres Campanilla.
P.D. Para Alicia.
El título es una frase de la canción "que bonita la vida" de Dani Martín
No tengo palabras . TE QUIERO
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