Sacar cosas que no me pongo deshacerlas y ver que hago con ellas por ejemplo un bolso estaría bien y otras que temía guardadas como unos zapatos preciosos en gris con tacón cuadrado añadirlos al zapatero.
No sigo fielmente las modas. Diría que no las sigo. Tomo algo de allí, otra cosa de aquí y así más o menos he ido formando lo que se llamaría mi fondo de armario
Realmente siempre me ha dado igual. No puedo seguir una moda si realmente no me sienta bien. Y como decía mi abuela, unos buenos zapatos y un buen pelo te abren las puertas de cualquier sitio. Eso sí acompañado del gracias y el por favor.
Empecé mirando el tacón y no estaría nada mal si los tuneara como esos Dolce&Gabbana. Tienen exacto el mismo tacón y puntera. Con hebilla estilo merceditas. Tan solo hay que tener la paciencia de pegarle en el tacón las piedrecitas o tachuelas.
Ya tengo trabajo para los próximos días.
Después por arte de mágia me aparece un sueter que no sé si es celeste, turquesa, esmeralda. De esos que no salía de combinarlo tan solo con vaqueros. Que te dan un aire angelical.
Y me aparece una foto que me viene al pelo de una combinación en verde botella y ese angelical azul.
Y yo que tenía una falda recta en ese tono botella ahora tengo un conjunto un tanto arriesgado que no pasará desapercibido. Yo lo encuentro un conjunto incorfomista, de esos que a mi me gusta.
Y ahora viene lo más dificil.
Uno de esos colores que tienes que arriesgar si o si.
Hace
unos años vino a parar a mi armario una blusa que conseguí por
casualidad. La única libertad que la dí fue en compañía de un vaquero. Y
uyyyyyy fue mucho.
Su estampado como que no.
Dicho y hecho.
Las dudas de mi armario casi las tengo resueltas por hoy. Ahora me voy a poner a pegar piedrecitas en el tacón y a ver que pasa. Podemos ganar unos zapatos nuevos y quizá lo que pueda pasar es que acabemos tirándolos porque sea un desastre.
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