No acostumbro hablar de mis inclinaciones políticas, ni nada que se le parezca en voz alta. Pero llevo unos días indignada a raíz de lo ocurrido en Madrid.
Saltaba la noticia que un hombre en la estación de Atocha lanzó una mochila diciendo que había una bomba. Este era de origen magrebí y vestía con chilaba.
Y pueden imaginarse la que se armó.
Tras capturarle apuntaban que tenía trastornos mentales.
Y digo "vaya" a todos les da por lo mismo. A los violadores por violar, a los locos por asesinar y a los que pertenecen al mundo arabe por lanzar mochilas diciendo "bomba va".
Empiezo a sentir que vivo en un país más tolerante con el vecino que con el de casa. En un país dónde hay un miedo horrible a que te tachen de racista. Un país que no tiene para los suyos pero da a los que llegan. Un país dónde te dan ayudas si haces la cola con un velo en la cabeza, porque eso significa que no tienes. Un país dónde en algunas provincias han tenido que reforzar la seguridad de la utilización de la tarjeta sanitaria porque hubo casos en los que una musulmana pario 9 veces en un mes.
Dónde se cierran los negocios patrios porque les comen los impuestos, pero los que vienen de fuera disfrutan de años sin pagarlos porque hay que dar oportunidades.
Pues señores yo empiezo a violar el artículo 5 de la constitución porque estoy hasta EL MOÑO (con mayusculas).
No compro en chinos ni en negocios extranjeros porque no me da la gana. Y no mal interpreten mi soberbia. Si ellos tienen las misma obligaciones que yo, entonces si estamos midiendo con la misma vara, pero sino conmigo que no cuenten.
Una persona que no valora su vida y está dispuesto a morir por "la causa" no piensen que valorara la suya.
No piensen ustedes que en otros países se les va acoger como hacemos aquí.
Dejen de intentar lavar la conciencia y creer que están haciendo obras de caridad por ayudar más al que llega.
Dejen de pensar en si las ideas son fachas, de derechas, de izquierdas o de centro.
No confundan ser solidario con gilipollas.
El que huye de su país lo hace para buscar igualdad de oportunidades porque en el suyo no las tiene.
Pues igualdad es para todos. Para el que está y para el que llega.
Me indigna soberanamente saber que mi libertad acaba dónde empieza la de otro.
Con este relato estoy haciendo uso del artículo 20 de la Constitución española en el que dice
A expresar y difundir libremente los
pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier
otro medio de reproducción.
El ejercicio de estos derechos no puede
restringirse mediante ningún tipo de censura previa
Después de lo ocurrido hoy en la revista Charlie Hebdo aun estoy más indignada
No hay comentarios:
Publicar un comentario