jueves, 8 de agosto de 2013

EL DINERO NO DA LA FELICIDAD PERO AYUDA UN RATO

Ni más ni menos, "quien diga que el dinero no da la felicidad es que no lo ha tenido". A ese gran descubrimiento llegué este fin de semana cuando sin quererlo me vi metida en una fiesta exclusiva para clientes de la firma Mont Blanc.
Yo siempre he sido una gran defensora de los grandes almacenes de "El Corte Inglés", me gusta su política para con los clientes, pionera en los años 70 cuando un eslogan como el de "Si no queda satisfecho le devolvemos su dinero"  hizo que muchos dueños de tiendas se sumaran a el para poder evolucionar. Un imperio que no ha querido salir fuera porque le gusta ser producto español . Pero bueno no vamos a dar un cursillo de estos almacenes y vamos directos al grano.
Llevé un valiosísimo reloj a cambiar la correa a la joyería del El Corte Inglés.
¿Por qué allí y no a la joyería de mi barrio? Pues por eso mismo, porque es El Corte Inglés.
Y después de darme una fecha de recogida y no estar, y volver en otra fecha y tampoco estar perdí la paciencia que he logrado tener con el paso de los años. Y sin más aquella tarde iba dispuesta a enfadarme con alguien. Y sin más preámbulos exigí hablar con el jefe de departamento.
Sinceramente no hizo falta hablar demasiado cuando vieron de que reloj se trataba y se pusieron manos a la obra a llamar por teléfono. Porque allí no aparecía el dichoso reloj por ningún lado.
Tras una conversación telefónica a escondidas en tono bajito salió de entre el mostrador ese diplomático jefe que tenía que darme una buena explicación.
Me contó que por error de la empleada y un baile de números el reloj estaba en el taller de otro centro. Yo arqueé mis cejas muda de asombro.
Y como si no fuera conmigo el problema le dije que yo no tenía pensamiento de desplazarme a otro lugar a buscarlo.
Buena la hice.
Y como los toreros capeo de una manera estoica la situación.
El reloj venía de camino en un taxi junto con un empleado tan solo tenía que entretenerme media hora.
Pero aquella tarde yo no estaba por la labor de poner fácil las cosas a nadie y le mire con cara de desafío y le conteste que NO, que no tenía intención de hacer nada. ¿O quizá si, tal vez tomarme una tila para tranquilizarme?
Y buala....... el frotó la varita mágica de la que dispone el personal de esa empresa y me dijo que le acompañara. Mientras lo hacia me fue dando una explicación de porque del error y de que no tenia que preocuparme por nada. Y volvió a coger el capote preguntandome si quería tomar una ginebra.
Moví la cabeza y de nuevo la ceja para arriba. "¿Se está quedando usted conmigo? Alcance a decir.
- NO, estoy hablando en serio. ¿Le apetece una ginebra?
Habíamos pasado de la tila a la ginebra en lo que dura una frase.
Y allí que me llevó a un stand de la firma Mont Blanc en la que había una cata de ginebras exclusivas para clientes con invitación. La verdad que tan solo alcance a oír que me trataran bien porque había habido un problema.
Menos mal que siempre salgo arreglada, pero ahí estaba yo metida en una fiesta privada de ginebras.
Me prepararon una ginebra personalizada, algo aromatizada en una inmensa copa de hielo, mientras una elegante empleada me daba algo de conversación y me enseñaba un catálogo con los nuevos relojes.
En aquel momento me sentí como lo que no era.
Después de unos cuantos sorbos y el intento de dos invitados de entablar amistad conmigo conseguí rendirme y que se me pasará el enfado.
Me daba igual si el reloj tardaba o no. Tenía mi momento de gloria. Ese momento en el que te mimetizas con el decorado de un cuadro carísimo. Y allí estaba yo pasando desapercibida y esperando a que llegara mi reloj en un taxi.
Después de unas cuantas conversaciones, y un obsequio por parte de la empleada elegante llegó mi reloj.
Me lo probé y me di cuenta que si para mi tener un reloj caro había cambiado una tarde dejándome entrar en el Olimpo de los Dioses, ¿cuanto puede cambiarte mucho más dinero?.
Después de ponerme el reloj me acerqué al valiente jefe de departamento y le di las gracias por hacerme pasar tan buen rato.
No se si fue la política de los grandes almacenes, el alcohol o la falsa apariencia de tener, pero salí muy contenta y dispuesta a recomendar la joyería a todo el que la necesitase.
Y si el dinero no da la felicidad completa al menos ayuda un rato.

jueves, 6 de junio de 2013

YA LO DECÍA MI ABUELA, YA NADA ES COMO ANTES



Ya nada es como antes.
He regresado de un viaje a la capital del reino, (Madrid). Vuelo por la mañana temprano y regreso en la tarde noche. Papeles y asuntos que arreglar a parte de un desayuno de café con porras y el cálido y tierno encuentro con el olor a hogar de mi infancia.
Pero he venido confundida y meditando lo que he visto en la gran ciudad. Decidí llegar a casa desde el aeropuerto en el metro. No quería taxi, ni que nadie viniera a buscarme. Realmente los medios de trasporte en la capital son un regalo para el usuario. Recuerdo en mi adolescencia que estos medios nos facilitaban la relación con otras personas. Cuando salíamos de marcha iba la gente en el vagón, a veces todos con el mismo destino los garitos de Moncloa, miradas y sonrisas y si tenías la suerte de coincidir en el próximo fin de semana podías decir que habías ligado.
Pero bien distinto es lo que me he encontrado a la vuelta de todos estos años. Ahora como no estés casada lo llevas claro. Si, no pongáis cara de póker los que estéis leyendo esto. Ahora creo que puede llegar a ser materialmente imposible casarse.
Con todos mis respetos a quien haya conocido a su pareja a través de las redes sociales, yo me niego a creer que eso pueda funcionar. En mi caso se que no funcionaria y esto lo escribo desde el punto personal.
Allí estaba yo en el vagón de la estación de Barajas. Vestida informal, subida a mis estiletos y con las manoletinas en el bolso.
Aquella mañana hice un estudio express de las relaciones sociales hoy y realmente salí estresada solo de pensar a lo que nos ha llevado el dichoso progreso.
Análisis del momento:
- De cincuenta personas que había en el vagón de tren en el que yo viajaba,  cuarenta personas estaban sentadas y yo entre las 10 que iban de pie.
- De esas cincuenta, cuarenta y cinco hacían algo y cinco entre las que estaba yo no hacían nada que se pareciera a lo del resto.
- Ese algo que hacían tenía que ver con las tecnologías. En su mayoría móviles y MP3 y un número menor libros electrónicos.
- De las cuarenta y cinco personas con tecnologías, veintitres estaban escuchando música con móviles o MP3, veinte chateaban o washapeaban y dos leían en libros electrónicos.
- De los veinte que chateaban la mayoría mientras escribían sonreían, ponían caras raras o hacían gestos pero todos ellos con la cabeza agachada.
- Del grupo de los cinco que no hacían nada (entre ellos yo) dos de ellos miraban al vacio, uno leía un libro, otro un periódico y yo lo que hice fue sacar una libreta y después de mirar estupefacta a mi alrededor y sentirme un bicho raro anoté con detalle de números lo que estoy escribiendo ahora.
Nadie levantó la cabeza cuando entré, tan solo el hombre del periódico que aprovecho la vuelta de hoja para dedicarme una cálida mirada cuando uno de mis estiletos pisó el vagón. Si hubiese ido desnuda nadie se habría escandalizado.
Nadie miraba a nadie. Poca gente hablando, la mayoría solos. Nadie se percataba de quien entraba o salía, no había ningún interés, tan solo eran personas y no tecnología.
Tan solo el ruido de las hojas del periódico me sacó del colapso mental en el que me vi envuelta. Me vinieron a la mente todos los recuerdos de cuando entrabas en el metro o en el autobús y te encontrabas con la mirada de alguien. Dejabas el libro de hojas de papel para mirarlo, en ocasiones casi cuando llegabas a tu destino y tenías que bajarte conseguías la ansiada sonrisa por parte del otro que te daba a entender que "si". Si a que le habías gustado, si a que podías volver a verlo el próximo día porque cogía el tren a la misma hora. Y cuando arrancaba tu te girabas disimuladamente y veías su sonrisa. Pensabas en el corte que te daría al día siguiente si te lo encontrabas de nuevo.
Recordé cuando conocías a alguien en la discoteca, y le dabas tu teléfono. Y cuando le llamabas desde la cabina para que no se enteraran en casa.
El metro y el autobús era el centro neurálgico de todas las relaciones. Allí comenzaban y terminaban en un cine con palomitas, en una discoteca pegando saltos como locos aprovechando el tiempo juntos para besarse a escondidas. Conversaciones al oído porque el ruido alto de la música te alejaba irremediablemente de tu cariño y carreras para no perder el último tren de camino a casa, mientras planeabas excusas por si no llegabas a la hora.
Las tecnologías nos han acercado a la comodidad, pero nos han alejado de las personas. Todos los progresos y adelantos han estado bien siempre y cuando sean en beneficio de alargar la vida o darle calidad, pero no para sumergirnos en una soledad social.
Después de ocho estaciones y de permanecer de pie subida a mis tacones de 7 cm llegué a mi destino. Cuando salí del vagón se cerraron las puertas y el tren comenzó a andar, entonces eché un último vistazo al señor del periódico.
El resultado del estudio fue que uno de entre cincuenta personas hoy en día, dejó su periódico para mirar a través del cristal a la mujer de los tacones.
Debemos de plantearnos si es eso lo que queremos para nuestros hijos, si es el legado que queremos darles. Los centros médicos ya no tienen heridas y raspaduras en las rodillas porque los niños no juegan en la calle, las clínicas de psicólogos y psiquiatras están colapsadas porque nadie habla con nadie.
Las personas se mueren solas porque no conocen ni siquiera a sus vecinos. Ya nadie charla en las paradas del autobús.
En resumidas cuentas quien no se haya casado ya no creo que lo haga.
Como decía mi abuela, ya nada es como antes.




viernes, 19 de abril de 2013

EL ALETEO DE UNA MARIPOSA



En eso fue en lo que me fijé el domingo. Ultimamente no quiero que se piense que las historias de amigas divertidas y anecdóticas se han acabado. Simplemente es posible que estemos sufriendo una pequeña trasformación y con la edad no nos ocurran tantas cosas divertidas.
Nos hacemos mayores poco a poco y tal vez asistamos más a menudo a entierros que a fiestas de esas en las que volver a casa con los tacones en la mano.
Lo que me ocurrió el domingo es una prueba de ello.
Tenemos mercado dónde yo vivo cada domingo y ahora que ando buscando hilos, telas y curiosidades para mis trabajos bajé a dar una vuelta temprano y regresé con una planta de lavanda  y telas de colores a un precio fantástico.También vi unas sandalias pero eso lo dejo para otro capítulo.
Después iba a salir a tomar el aperítivo, y mientras subía allí delante de mi narices un hombre quedaba desplomado en la silla de una terraza en una cafetería mientras se tomaba un café.
Si, así fue. Mientras yo llegaba caminando con mis telas y divagando que hacer con ellas en ese mismo instante un hombre caía desplomado.
Lejos de creer o no creer en aquel mismo instante mientras unos sanitarios intentaban reanimarlo sin exito me pregunté a dónde nos dirigimos. En esos minutos en los que me quedé mirando aquel cuerpo en el suelo volví a hacerme la misma pregunta  que últimamente resuena en mi cabeza,  "¿hay otro lugar?" .
Estos acontecimientos en un pueblo pequeño son de gran impacto. Aquella mañana cuando el hombre se arreglaba para salir a tomar un café nunca pensó que sería el último. Se vistió, se peinó y salió a pasear como cada domingo tal vez. Igual que hice yo, me arreglé y me vestí y antes del aperitivo salí a por unas telas y una planta de lavanda, posiblemente podía haber sido también el último.
Después de unos minutos de quedarme allí parada sin saber muy bien que hacer y que decir un desconocido se giró para animarme al ver la cara de miedo que tenía. Me dijo sin más que lo estaban recuperando y que seguramente era un desmayo. Antes de proseguir miré alrededor y lo único que me quedo grabado fue una mariposa aleteando. Por fin levantó el vuelo y se perdió en aquel día claro y soleado de domingo. Fue cuando supé que la reanimación ya no servía de nada. Tal vez su alma pasó a ser de esa mariposa.
Aquel día salí a tomar el aperitivo con mi familia y mientras les observaba di gracias por poder disfrutar del domingo con ellos.

viernes, 5 de abril de 2013

EL REGALO



Posiblemente, uno de los primeros avances del hombre primitivo sería descubrir que el brazo se podía alargar, se prolongaba asiendo un palo. Que ese trozo de madera con el que se estiran las extremidades superiores representa el primer peldaño en la larga escalera de la evolución funcional.
Puede parecer estrambótico que, en un espacio dedicado a las anécdotas de mis amigas y mías nos pongamos a rememorar los primeros balbuceos de unos antepasados que habitaron el mioceno hace millones de años, en unas condiciones climátologicas muy distintas y conviviendo con otros seres de los que apenas conocemos algo más que el esqueleto. Pero en una hipótesis no muy descabellada podríamos apuntar que el primer regalo, el primer presente que un hombre le hizo a otro fue precisamente ese trozo de madera.
Y de ese va el relato de amistad y regalos, pero seguir leyendo que todo al final se resuelve y entendereís porque me he ido tan lejos.
Aquellos dos primeros seres vivieron una circunstancia peligrosa. Sería la lucha contra una alimaña o cualquier incidente parecido. Y el que conocía el uso del palo, el que ya había llegado al descubrimiento, se hallaba en peligro. Y el otro le salvo. ¿Y como podía mostrarle su agradecimiento, como podria reconocer el valor de la ayuda recibida? Pues donando lo más preciado, el palo de madera. Lo tomó con cierto temblor y lo miró con sorpresa a la vez que percibía la desconocida sensación del poder mezclada con la primitiva emoción de la amistad.
Por eso debemos cuidar el regalo y no ser avaros en el tiempo dedicado a su elección. Este tiempo está destinado a otra persona  y es un homenaje callado, que vamos a trasformar en algo fisico.
Hoy he recibido un regalo. Alguien especial, y algo especial. Hacía tiempo que no me sorprendían tanto.
"Suena el timbre. Un mensajero ha llamado a mi puerta y lleva en las manos un paquete. Lo abro y con el una carta. El paquete cuidadosamente anudado con estéticos y brillantes lazos. Es un regalo".
Alquien se acuerda de nosotros. Alguien que hace millones de años, posiblemente, en un paísaje desconocido nos hubiera atendido, como homenaje y pleitesía la rigidez de un palo.
Y hoy como el remoto ayer seguimos siendo unos seres azorados y tímidos que queremos demostrarle el cariño a otra persona, trasmitiendole la agradecida impotencia que lleva consigo el regalo, cualquier regalo.
Los regalos forman parte de la historia del hombre y son tan antiguos como el agradecimiento y el afecto. El impulso de darnos a otra persona, de entregarnos a él tiene limitaciones fisicas y racionales, y lo sustituimos por el regalo, que es un sucedaneo de nosotros mismos, una representación de nuestra AMISTAD.

Gracias Lourdes por ser esa amistad. Este relato va dedicado a ti. Por el tiempo que dedicas a leerme, a ver mis cosas, al darle al "me gusta" cuando te gusta y no guardartelo. A tus palabras de consuelo cuado he tenido alguna pena, a tu alegría cuando me ha ido bien.
La sorpresa es que sin conocernos fisicamente eres más amiga de lo que otras personas nunca llegaran a ser a pesar de estar cerca. Considera mi relato un regalo, ya que es una de las maneras que tengo de expresar todo mi cariño.

sábado, 30 de marzo de 2013

LA PANACEA DE LA AMISTAD

En este blog he plasmado a modo de relato las anécdotas divertidas, tristes y surrealitas que me han pasado a mi , a mis conocidas, y a mis amigas. Me he delatado en lo importante que han sido para mi la amistad en distintas étapas de mi vida. Algunas perduran, otras se alejaron y nos perdimos la pista y un número pequeño se rompieron llegando a la conclusión de que nunca fueron amistades.
Pero el otro día me encontré con alguien que en un pasado fue compañera y sin llegar a ser amiga íntima compartimos cafés y alguna confidencia.
Mientras paseaba por un mercadillo de antiguedades casí choqué con ella y nos sorprendimos de vernos.
Como muchas de las historias aquí contadas surgió sin un guion prévio. Saludo, exclamación de emocion y enseguida nos sentamos en un cafetería con terraza que tienen ese aire tan cosmopólita que a mi  gusta.
Esta chica no tenía hijos, tampoco los quiso nunca y no estaba casada. Pero charlando y charlando me enteré que tenía un hijo ya casi adolescente.
Yo al principio por el tiempo que hacía que nos conociamos las cuentas no me daban. Luego pensé que sería adoptado o tal vez que tendría pareja de esas que vienen con el lote completo de hijos.
Pero llegó a sacarme de dudas cuando me contó que le había tocado en herencia.
Madre mía dije con la ironía que a veces me caracteriza, "no sabía que los hijos de alguien pueden heredarse".
Y volví a plantearme que las historias me buscan a mi, que no es posible.
Y así fue, heredó un hijo. Yo ladeé la cabeza y con los ojos abiertos y la ceja derecha arqueada le propuse que siguiera hablando, que aunque se abriera la tierra la seguiría para saber el final de la historia.
Su amiga intima así lo dejó en su testamento.
El niño tenía familia materna, no así paterna porque fue madre soltera. Pero sorprendente se encontró que en los últimos dias de la enfermedad de su amiga esta le confesó lo que había decidido. Para ella era su persona de confianza, no solo fue la amiga de fiestas, y secretos. Era la compañía cuando estaba sola, el apoyo y el consejo cuando estaba perdida y la esperanza que ya no tenía cuando enfermó. Me contó que su amiga le había llegado el momento de organizarlo todo para cuando ella faltara y lo principal de su vida era su hijo.El niño tenía más contacto con ella que con la familia materna debido a la distancia y creía que era lo mejor. La nombraba albacea y dejo una carta para que se hiciera con la custodia y patria potestad de su hijo.
Si abro más los ojos me quedo sin ellos. La verdad que a esta chica no la veía yo haciendo de madre. Y me planteé a el punto máximo en escala de valores en la que estaba su amistad. Le dejaba su hijo!!!!!!!!! como en las películas.
Y así fue, su amiga murió y todo quedó bien atado ante notario con la duda de que se tendría que enfrentar a la familia materna por defender la última voluntad que ni mucho menos era atormentada. Todo lo contrario fue una decisión difícil, meditada y consultada. Lo de consultada no lo entendí y pedí que me lo aclarará. Si, ella movió todos los hilos para que su amiga no solo se quedara como albacea y tutor de su hijo, sino para que nunca tuviera la oposición de su famila.
Mi amiga no tuvo que enfrentarse a pleitos, luchas en los tribunales ni nada parecido.
Tengo que decir que realmente quedé sin respiración sonandome los mocos y secandome las lágrimas que se me caían sin pausa.
A día de hoy han pasado cuatro años, ella pasa una fiesta de navidad con la familia del niño y la otra la pasan los dos con la suya propia. Tuvo que trasladarse ha dónde vivía hasta ese momento el niño y usan la vivienda porque no quiso romper el feliz y estable entorno que siempre tuvo.
El dinero eso por lo que todos nos peleamos en esta vida no se ha tocado. Ella lo cria y lo educa como suyo propio. La familia estuvo siempre de acuerdo y la apoyó en todo, se encontró con las puertas abietas de una nueva familia. Y en cuanto a lo legal como en España este tipo de cosas no se comtempla le favoreció la edad del menor que pudo elegir avalado por  el consentimiento de la familia materna y todos los papeles arreglados.
Ufff seguía sin respirar.
Mi amiga no recibió nada material, tan solo un fondo de dinero para que ella no corriera con los gastos hasta un tiempo, pero que ella desvió a la cuenta del niño.
Sorprendente pero ella me dijo y con eso me mató que era inmensamente rica con lo que la tocó en herencia. El comienzo fue solo difícil para ella, pero que EL se lo puso fácil.
Su amistad había traspasado todos los obstáculos posibles.
Mi amiga hace unos meses conoció alguien. No conviven juntos pero salen. 
Sabe que todos los miembros de esta historia son una familia atípica pero que el éxito está basado en la confianza y en la amistad.
En ese éxito y en esa confianza por la que dos amigas apostaron alto. Algo tan difícil de conseguir en los tiempos que corren, en la que la gente piensa que las amistades tienen que pertenecer a los mismos circulos sociales. Solteras con solteras, casadas y con hijos pues casadas y con hijos.
Mi amiga demostró que la amistad no entiende de circulos y vidas paralelas. Que evoluciona con el día, y se fortalece con el respeto y el apoyo.
 
Y quiero acabar el relato recomendando una película que vi hace muchos pero que mucho años y que viene a cuento por la historia. Fue con ella cuando descubri cual es la panacea de una buena amistad,"TOMATES VERDES FRITOS"

viernes, 8 de marzo de 2013

EL BALCÓN INDISCRETO 2ª Parte



Hoy sin casi acordarme de mi curiosidad salí al balcón porque era uno de esos días en que el buen tiempo asoma a nuesra isla. La hora después de comer es la mejor para sentarse y disfrutar. Yo esos ratos los empleo para mirar. Miro el balcón de la vecina de enfrente, miro como tiene tendida la ropa, miro si recogió la de ayer o si hace de su tendedero su armario porque a veces observo que pasan días con la misma ropa colgada y va cogiendo a demanda. Y claro ahora os preguntareis porque me fijo en esas cosas. Pues bueno igual que otros se fijan en los pájaros, en las flores. Que más da. Yo tengo controlada a mi vecina la de enfrente como y cuando de lo relacionado con su ropa. A las mujeres de mi familia siempre las he oido decir que el como tienda una mujer la ropa delata la manera de ser. Si es ordenada, limpia, mujer de su casa. Todas esas virtudes aun tan valoradas en una mujer.  Si ya se que estamos con esas cosas de antiguas pero dan resultado. Esto es como cuando alguien sin recursos siempre la vemos impecable. Y nos preguntamos que como lo hace. Es suficiente fijarse en sus zapatos y en su pelo, si esas dos cosas son impecables el resto no importa de que precio sea, irá perfecta.
Pero bueno sigamos con lo que ibamos porque siempre me gusta salirme del guión y a veces me junto con dos relatos en uno.
Hoy cuando salí a mi balcón no salí a mirar ropa tendida ni a aquella mujer que nada tiene que ver conmigo porque aun no la he encontrado nada similar.
Salí por el buen tiempo que hacía y para volver a ver el color dorado de unas sandalias que tengo listas para estrenar cuando vaya de cena con mi amiga del alma. Os cuento un secreto, compré una sandalias doradas porque me parecieron de cuento. Altas y de tiras y que su precio era tan barato que si no las hubiese comprado ahora estaría en mi balcón lamentadome de aquello.
Pero aun no las estrené y lo que hago, pues cuando tengo ocasión busco la caja, me las pruebo y si hace sol y calorcito salgo con ellas al balcón pongo la piernas en alto y mientras observo la ropa de la vecina miro mis pies con ellas puestas.
Y allí estaba yo con mis sandalias en la terraza alejándolas y acercándolas de mi vista para ver que efecto óptico harían cuando me la pusiese de verdad.
Y de repente allí estaba mi vecina, aquella que tiene una prole de hijos y lava la ropa a mano. 
(Para quien no sepa quien es tiene que leerse el relato de "El balcón indiscreto)
Se había quitado el pañuelo de la cabeza y había dejado al descubierto su larga melena negra azabache y lisa.
Yo salté de la silla como si me pincharan en el culo con una aguja y subida a mis taconazos me agaché para verla entre los barrotes de mi balcón.
En su patio reinaba el silencio, ningún niño a la vista, ningún hombre y ella con su pelo suelto, largo y mojado. Se lo lavaba en un barreño. Su pelo era brillante y liso, como a mi me gusta y su cara sin maquillar le daba un aspecto natural.
Me di cuenta en ese momento que sin querer subida a mis adamios de tiras doradas había encontrado algo en común con aquella mujer. Lejos de que fuesen sus costumbres o su cultura, que tanto nos separa, había algo aunque minusculo que teniamos en común. Algo que ellas ocultan pero que por ser mujer llevamos en nuestra secuencia de ADN, y es sencillamente la coquetería.
Se peinaba suavemente la melena y se echaba agua con un vaso para aclarar el exceso de espuma.
Y con un peine parecido a una peineta pequeña lo pasaba de arriba abajo. Luego se aplicó algo que sacaba de un bote y estuvo un rato con el suelto y sin tapar deleitandose al  igual que yo.
He de confesar que me olvidé por un rato de mis sandalias doradas y del dolor de espalda que luego tendría por estar curioseando que no es lo mismo que cotillear. Pero fue todo un banquete para los sentidos. Su melena negra, suave y con un olor dulzón a naranja. Pero igual que me levanté para verla como si tuviera agujas en el culo,casi me caigo encima de los cactus que tengo cuando aquel ritual que me había emborrachado con aquella mezcla de olores y movimientos se acabó cuando se tapó su cabello con un turbante. 
Se acabó la magia, entonces me puse de pie y pareciendo más alta de lo que soy me la quedé mirando desde mi balcón con una mezcla de sorpresa y decepción. Entonces me di cuenta que seguía siendo un mundo el que nos separaba. Un mundo con su cultura y con sus costumbres todas ellas ancladas en soberanas normas en las que la mujer nada pinta.
Entre para adentro haciendo resonar mis tacones con la sensacion de sentir mucho más´cerca la inevitable distancia que vi la primera vez entre las dos.
Aquella tarde me lave el pelo, lo perfumé y lo peiné con mimo. Estuve un buen rato mirandome en el espejo. Todo ello con las sandalias de tiras doradas puestas.
Lamentablemente no tenemos nada en común a la vista.
  





lunes, 18 de febrero de 2013

PAÍS DE QUIJOTES


Si no era suficiente con la entrada que hice en mi muro de facebook esta mañana ahora doy más explicaciones en mi blog.
No acostumbro a opinar en cuanto a política se refiere, me gusta guardarlo en mi intimidad. Incluso cuando voy a votar entro en esa caseta con cortina y mi marido entra después. Y si preparo el sobre en casa procuro cerrarlo.
Es de las pocas cosas que no comparto con nadie o casi nadie.
Del tema que voy hablar no lo hago por ponerme de un lado ni de otro, tan solo lo hago por enfando e indignación. Y como la transición de lo 40 tiene muchísimos lectores de muchas partes del mundo, voy aprovechar la oportunidad que me da internet para revindicar El país de Quijotes en el que vivo.
Anoche quisé ver la gala de los premios Goya del cine español. Mucho o poco hemos avanzado desde la época en que Sacristán y compañía eran los actores de moda por entonces. Y digo poco porque hasta en eso ha metido la pata la academía. Verguenza me daría casi dejar pasar oportunidad de que el sr. Sacristan se llevase un Goya.
Cincuenta años en la profesíon y ya con edad de estar disfrutando de la jubilación van y se lo dan. El dilatado y sonoro aplauso fue merecido pero viendo los hipócritas que allí se congregaron anoche, dudo de que su afecto fuera sincero.
Empecemos por el monólogo de la presentadora. Al principió algunas cosas me hicieron sonreir, después no encontraba sitio dónde meterme avergonzada de la imagen que estaban dando los profesionales del cine. Algo que se la pueda perdonar es tan solo su vestuario, gracias que era español, (de las pocas)
Nuestro director de la academia, otro que tal bailó.
 Te sobraban folios de discurso. Eso que solo tenía 5 minutos, madre mía si llega a tener 10, conté hasta 5 folios. Y con lo que más me quedé fue con la frase de "que el cine no pertenece ni a los de las cejas, ni a los de las barbas".
Pues para no pertenecer a ninguno de los dos mucha comba dimos y mucho debatimos sobre un tema que no tenía que ver con el cine.
Ahora vamos con nuestros queridos actores.
Maribel Verdú querida, esta muy bien esa dedicatoria a los desahuciados pero cometiste un error a no pensar que para tanta revindicación tenías qua apostar en tu vesturario por la moda española.
Ibas vestida de Dior y calzada por Jimmy Choo. Nosotros los españoles tenemos también maravillosos diseñadores que también hacen vestidos largos y de fiesta. Está Hannibal Laguna, Roberto Torreta, nuestro Caprile, y podría seguir nombrandote muchos más. Los tienes flamencos,  vanguardistas y también revindicativos (como tu) como David Delfín.
En cuanto a recurrir a los zapatos extranjeros fue también en mi opinión un terrible error.
No imagino que debieron de pensar Ursula Mascaró y los zapatos joya de nuestra internacional y alabada Patricia Rosales.
Creo que estamos locos.
Esos desahuciados a los que hiciste alusión comén un año con lo que cuesta tu Dior, y tus estiletos de Jimmy Choo.
Ahora pasemos al turno de nuestra Candela Peña. Sentimos la perdida de tu padre y nos alegramos por el nacimiento de tu bebe. Pero no creo que uno muriera por culpa de la sanidad pública en la cual tenemos muy buenos médicos, y támpoco creo que tu hijo se quede sin escuela en un futuro. Partiendo de la base que comentaste que no te esperabas el Goya a tu primer trabajo después de 3 años sabaticos, creo que no te ha ido mal si has estado descansando ese tiempo. ¿Pudiste cobrar el paro o la ayuda? Te perdonamos porque ibas vestida de David Delfín.
Y ahora toca el turno a otro que se las da de españolísmo dónde los haya. Nuestro Javier Bardem.
¿Dónde estaba tu Penélope? Bueno no hizo falta que vinienese tampoco nos gusta porque no viste de españoles NUNCA. Tu te llevaste un Goya por una producción sobre el Sahara. Eso esta muy bien, es una buena obra, pero invierte un poquito en tu país. Haz un documental sobre comedores sociales, indigentes que en su día tuvieron familia y posición y ahora duermen en la calle. No me gustas nada PERO QUE NADA.
Y así podría seguir llenando el blog con la gala de ayer que fue lamentable y con una ausencia de cultura terrible.
Tanta pegatina en la solapa de NO A LOS RECORTES podíamos haberlas sustituido por APOYO A LOS DISEÑADORES ESPAÑOLES. Una gala con tanta repercusión mediática y hemos vuelto a hacer el ridículo. No nos basta con hacerlo en Eurovisión que ahora la gala de los Goya también se convierte en un circo para el extranjero.

Pero ahora un poco mas tranquila y habiendo dicho lo que me apetecía os dejo con unas imagenes que no tienen desperdicio sobre lo que es el glamour español. Las que vistieron de extranjeros que las saquen en blogs extranjero el mio es un blog ESPAÑOL

AITANA SANCHEZ GIJÓN VESTIDA DE "LORENZO CAPRILE" te perdonamos lo de los zapatos

INMA CUESTA, GUAPÍSIMA CON ESE PEINADO Y EL VESTIDO DE LORENZO CAPRILE. LOS ZAPATOS ERAN UNOS PEEP TOE DE PURA LÓPEZ.

MARÍA ADANEZ PARA TI UN 10. NO SOLO APOSTASTE POR UN DISEÑADOR JOVÉN Y CASI DESCONOCIDO (Moíses Nieto) SINO QUE ADEMÁS ESTABAS SEXY Y GUAPA. HICIESTE TRIBUTO AL APODO DE LA PIJA QUE TANTA FAMA TE DIO.
 
 
PAULA ECHEVARRÍA. PARA MI PERFECTA EN COLOR, PEINADO Y VESTIDO, COMO SIEMPRE. LAS ENVIDIAS DICEN QUE HICISTE DEL DISEÑO DE DOLORES PROMESAS UN MODELO DE ALTA COSTURA.
PERDONAR PERO ERA ALTA COSTURA, PORQUE ERA MADE IN SPAIN.
 
 
LA VETERANÍA DE ANGELA MOLINA ME GUSTA, Y SU APUESTA POR LORENZO CAPRILE ES UN ACIERTO. UN APLAUSO POR TI
 
 
MALENA COSTA NO PUEDO DECIR QUE ME AGRADE, LA ENCUENTRO UN POCO TREPA, PERO ELIGIÓ IR VESTIDA DE ALEX VIDAL Y LLEVO JOYAS DE TOUS.
SE PORTO BIEN
 
 
ANA FERNÁNDEZ VISTIÓ DE SANTOS COSTURA, Y EL BOLSO DE URSULA MASCARÓ
 
 
CANDELA PEÑA CON UN MODELO DE DAVID DELFÍN. EL DISCURSO TE SOBRÓ
 
 
MARTA NIETO ESPECTACULAR. OBRA DEL DISEÑADOR ALFREDO VILLALBA
 
 
ANA MILLÁN CON UN MODELO DE VICKY MARTÍN BERROCAL.
 
 
CAROLINA BANG VESTIDA DE YOLANCRIS, MUY SUGERENTE
 
 
EVA HACHE, LA QUE ME AMARGO LA GALA CON TANTO DISCURSO Y TAN POCO CINE.  VESTÍA DE JUANJO OLIVA Y LAS JOYAS DE ANDRÉS GALLARDO, (menos mal que hizo algo bien)
 
 
NADIA SANTIAGO DE ADOLFO DOMINGUEZ
 
HUBO ALGUNA SANDALIA DE PURA LÓPEZ, Y JOYAS DE BARCENA, PERO COMO SUS DUEÑAS IBAN VESTIDAS DE DISEÑADORES EXTRANJEROS NO PONGO LAS FOTOS.
 
LO MEJOR DE LA NOCHE Y LO QUE REALMENTE ME EMOCIONÓ FUE EL GOYA AL MEJOR DIRECTOR J.A.BAYONA POR SU PELÍCULA "LO IMPOSIBLE". ESTE SE LO DIÓ A LA PROTAGONISTA EN LA VIDA REAL DE LA TRAGEDIA. GRACIAS A EL SEIS MILLONES DE ESPECTADORES FUERON AL CINE EN EL 2012
 
 
NINGUNA DE LAS QUE APOSTARON POR DISEÑOS ESPAÑOLES QUEDARON ATRÁS EN ELEGANCIA, GLAMOUR Y BELLEZA. Y FUE UNA MANERA DE AYUDAR A LOS DISEÑADORES ESPAÑOLES. DÓNDE EN SUS TALLERES COSEN MODISTAS DE TODA LA VIDA. MAYORES DE EDAD, CON SUS DERECHOS PROTEGIDOS.
 NO SE RECURRE CON LOS PATRONES A PAISES EN LOS QUE CUESTA MENOS DINERO COFECCIONAR PORQUE LO HACEN MENORES DE EDAD, EXPLOTADOS QUE NO LES ALCANZA SIQUIERA PARA COMER.
 
 
CREO QUE DEBERIAMOS HACER UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN Y MEDITAR SI TAL VEZ CUANDO SE LLEGAN A SEGÚN QUE SITUACIONES NO LAS PROVOCAMOS NOSOTROS MISMOS.
SIENTO HABER TENIDO QUE USAR UNA HOJA DE MI BLOG PARA CRITICAR ALGO DE MI PAÍS PERO TAL VEZ ABRAMOS UN POCO LOS OJOS.
 
 
 
 
 
 
 

martes, 5 de febrero de 2013

LA OSTRA Y SU PERLA


En algún momento de nuestra vida llega la hora de preguntarnos de dónde venimos. Y nuestros padres o mayores asustados y con una sonrisa nos explican como y porque de la semilla. Siempre esperando que no volvamos a preguntar.
Pero también en algún momento de nuestra vida nos llega la hora de preguntarnos a dónde iremos después de aquí. En ese momento te das cuenta de que estás perdido. Que nadie sabe a ciencia cierta dónde iremos.
Hoy caminé casi dos kilómetros en busca de una iglesia. Mis creencias siguen siendo nulas, y la fe la perdí hace muchos años, pero buscaba el silencio de lugares como aquel. Y allí fui y me senté para pensar y seguir buscando respuesta. Ninguno de los argumentos que estos días estuve oyendo me han convencido para no llorar hasta la extenuación a mi abuela.
Quiero creer que nos reunimos con los seres queridos que perdimos, que nos encontramos con ellos. Porque es así como pensó mi abuela  que ocurriría hace una semana cuando nos dijo que estaba preparada para marcharse. La persona más importante de nuestra familia nos dejó y estaba convencida de que había llegado su momento. Y quizá era cierto, se fue con la misma dignidad que vivió, en silencio y sin agarrarse a nada que ya no le pertenecía. Mi abuela fue como una ostra. Su familia que eramos nosotros fuimos la perla que durante toda una vida creó y dio forma. Siempre pensó que le habían regalado años y que la vida más tarde o más temprano pasa factura. Nos mantuvo unidos con su presencia y carácter, nos consoló con su compañía y discrección y casi completó el trabajo, y digo casi porque nos falta ella.
Se fue como rogamos que fuese, sin dolor y sin sufrimiento. Toda una vida de lucha quedaron compesados para tener el final que quería. Tras una placentera siesta fue el momento de decirnos adios.
Ahora en el silencio de la iglesia me pregunto si nos podrá ver. Si habrá encontrado lo que buscaba y si en el camino la guiaron. Momentos como este es cuando quieres buscar la fe perdida y agarrarte a creer en algo. Porque cuando nos llega el momento todos tenemos algo en que creer.
Hace muchos años recuerdo que mi abuela me contó una historia que tan solo creo porque fue ella quien la relató. Vivía su madre con noventa y siete años y esa tarde la ayudó acostarse la siesta. Mientras la arropaba ella la dijo que porque tenía visita, que porque había venido su hermana Romana a verlas. Mi abuela se quedó mirando de un lado a otro de la habitación intentando comprender o tal vez ver lo que mi bisabuela veía. Pero allí fisicamente no había más que ellas dos. Después de aquello no despertó de la siesta, la Romana había venido a buscarla. Nada de lo contado es extraño sino fuera porque la Romana llevaba muerta muchos años.
Tal vez hace una semana también bajase la Romana en busca de su sobrina. 
En el silencio de la iglesia la lloro sin consuelo por egoismo, porque nunca volveré a tener todos los buenos momentos que me dió, porque se lleva mis secretos, porque fue mi amiga y mi madre más que mi abuela. Porque nos ha dejado huerfanos a todos.
Murió rodeada de los suyos, con todo el amor y el último adios se lo dimos como ella quería, maquilladas y arregladas todas las mujeres de la familia.
Ella era así, ella era como la ostra.